
Tubela y
Vilaseca (2005) plantean que:
La educación del siglo XXI no puede
conformarse en ningún caso con ser un instrumento de mera reproducción de
informaciones variadas, sino un espacio privilegiado para la reconstrucción
crítica de una cultura compleja, diversa, rica, cambiante y dinámica, donde el
aprendizaje en red y las TIC mejoren la calidad educativa y el crecimiento
personal y colectivo de todas las personas. (p. 2)
TIC es un
término que está en auge en la actualidad en diversos contextos, especialmente en
el contexto educativo. La UNESCO (2011) define el concepto de TIC de la siguiente
manera:
En
términos generales, se pueden apreciar dos tendencias en los estudios
relacionados con el uso educativo de las TIC. Sigalés y Mominó (2004), afirman que,
por un lado, se considera este recurso como un instrumento esencial para los
docentes ya que potencian y mejoran las acciones educativas que se llevan a
cabo en el aula, y, por otro lado, las tic son innovación y cambio, modificando
las formas de aprender del alumnado.
En
consecuencia, los autores Vilaseca y Meseguer (2000), plantean que el tipo de
profesor que integra tecnologías de información y comunicación, debe ser un
profesor que cambia de ser difusor de la información a ser facilitador del
aprendizaje de conceptos. Además, recalcan que este tipo de docente debe ser
capaz de elaborar materiales didácticos adaptados a los estilos de aprendizaje,
atendiendo en gran medida a las necesidades educativas especiales de nuestro
alumnado.
De acuerdo
con el nuevo papel que asumen los docentes, González (2006) pone de manifiesto
el esfuerzo de formación inicial y continua del profesorado, donde el dominio
de las TIC sea la clave esencial para asumir estos nuevos roles y hacer frente
a los cambios de la sociedad. Es importante que los docentes no utilicen las
TIC como un complemento a la enseñanza tradicional, sino como una vía para
mejorar la calidad de enseñanza-aprendizaje y los progresos escolares del
alumnado y, a su vez, satisfacer las necesidades y exigencias de la nueva
sociedad, la Sociedad de la Información. (Martínez, 2014).
Tal y como
plantea Cebrián de la Serna (2005), al igual que los docentes, los alumnos
también deben de asumir un nuevo rol, el estudiante tiene que ser autónomo para
saber buscar, seleccionar, recuperar, almacenar, organizar y hacer
significativa la información relevante, es decir, experimentar un proceso de
conocimiento, de gestión, y estructuración de datos. Por consiguiente, el
alumnado debe tener una serie de capacidades y conocimientos necesarios acerca
de las TIC, (alfabetización digital), con el fin de adquirir la competencia
digital y tecnológica.
Tras
varias investigaciones, se observa que en las aulas de Educación Primaria los niños
y niñas sienten un gran interés por las nuevas tecnologías y su uso. Según afirma
Marqués (2011) “La incorporación de las TIC en los centros educativos ha
contribuido en la mejora del aprendizaje”. (p.4).
Marqués
(2011) investigó que:
Más del 90% de los profesores opinan que
las TIC en el aula permiten aumentar la atención y la motivación de los
estudiantes, facilitan la enseñanza y el aprendizaje y la adquisición de
competencias digitales, entre otros. Y concluye, con que estos elementos hacen
que los alumnos y alumnas con riesgo de exclusión puedan integrarse en la
sociedad actual. (p.4).
Por otro lado, atendiendo
a lo expuesto por Prendes, Castañeda y Gutiérrez (2010), al igual que el uso de
las TIC en la enseñanza está teniendo un papel muy importante para lograr un replanteamiento
metodológico, didáctico, curricular y organizativo en todos los niveles educativos
para favorecer la calidad de los procesos educativos; también constituyen un instrumento
valioso para aproximar culturas diferentes, reflexionar sobre los rasgos distintivos,
promover una comunicación fluida y eficaz entre sus miembros y lograr la superación
de conflictos que se generan por el rechazo de lo que se desconoce.

REFERENCIAS
Cebrián de la Serna, M. (Coord.) (2005). Tecnologías de la información y comunicación para la formación de docentes. Madrid: Pirámide.
Gonzalez, J. C. (2006). B-learning utilizando software libre, una alternativa viable en educación superior. Revista Complutense de Educación, 1, 17, 121-133.
Sempere, J. (2019). Tema 1: Una nueva era educativa [material no publicado]. Universidad Camilo José Cela, España, Madrid.
Marqués, P. (2011). TIC e Innovación educativa. Revista DIM , 10, 20- 54.
Martínez, L. (2014). Utilización de las TICs como herramienta integradora en las aulas bilingües. Escuela de Educación de Soria: Universidad de Valladolid.
Prendes, M. P., Castañeda, L. y Gutiérrez, I (2010). Competencias para el uso de TIC de los futuros maestro. Comunicar, 35, 175-182.
Sigalés,C. y Mominó, J. (2004): La escuela en la sociedad red. Internet en el ámbito educativo no universitario. Barcelona: UOC.
Tubela, I. y Vilaseca, J. (2005). Sociedad del conocimiento, cómo cambia el mundo ante nuestros ojos . Barcelona: UOC.
UNESCO (2011). Alfabetización Mediática e Informacional. Currículum para profesores. Francia: SP.
Vilaseca, J. y Meseguer, A. (2000). Aprendizaje en la virtualidad. Barcelona: Ediciones Gedisa, S.A.
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